11 de agosto de 2010

En busca de la senda perdida

Barcelona ya está entrenando en el Estadio Mansiche de Trujillo alistándose para retornar a una competencia internacional después de 6 años, desde aquellos octavos de final de la Copa Libertadores del 2004, cuando los penales lo dejaron afuera en Manizales ante el Once Caldas, el que sería el futuro campeón de aquella extraña edición copera.


Este sencillo dato permite entender la problemática en la que se encuentra el cuadro que aún sigue siendo el más grande del país, por su cantidad de títulos nacionales, por el volumen de su hinchada y por su capacidad para convocar gente a donde quiera que vaya. Solo basta dar una mirada antes de esta larga espera, y podemos encontrar que entre 1986 y 2004 (un periodo de 18 años), Barcelona participó casi consecutivamente y sin falta, a excepción de 1989, ya sea de la Libertadores, Sudamericana o de las extintas Conmebol o Merconorte. Después de eso su hinchada, muy acostumbrada a ver a su equipo en torneos internacionales, ha tenido que soportar una larga espera de 6 años que terminan mañana por la noche en Perú.

Es esta senda la que Barcelona está tratando de recuperar, el de ser un equipo protagonista en torneos internacionales, ser reconocido a nivel continental, de que el Monumental vuelva a ser escenario de partidos importantes, en fin, el de ser el eterno representante de Ecuador en esta clase de competencias. La oncena que dirige Juan Manuel Llop (de quien opinaré en los próximos días acerca de su andar en la dirección técnica del Idolo) tiene mañana el reto de dar ese primer paso para recuperar la grandeza venida a menos en esta última década. Ellos tienen la palabra.

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